El agua trae bienestar a las personas, es el elemento
principal para asegurar el buen funcionamiento del cuerpo y la higiene
personal.
En el organismo, el agua mantiene el equilibrio isotónico
del metabolismo, conforma órganos, huesos y músculos. Además, le da vida a la
piel, al pelo y a los tejidos internos.
El agua compone un 60 % del organismo de los adultos y un
77% de los recién nacidos...
El doctor Nilo Carvajal explica que "hay funciones que sólo pueden ser realizadas con la presencia del
agua, porque el cuerpo, al igual que requiere oxígeno para funcionar, y
alimentos para tener energía, necesita líquido para ejecutar diversas
funciones".
La respiración y la digestión. Regula la acidez estomacal.
La regulación de la temperatura del cuerpo.
Es esencial para transportar nutrientes como el oxígeno y
las sales minerales, en la sangre.
Ayuda a mantener el equilibrio y la presión sanguínea.
Mantiene el metabolismo.
Ayuda a regular todas las reacciones del cuerpo.
Tonifica el organismo y es especialmente beneficiosa para
los deportistas.
Ayuda al cuerpo a utilizar los depósitos de grasa para
convertirlos en energía y para eliminarlos mediante la orina.
Ayuda a hidratar piel y músculos. Así, un cuerpo bien
hidratado y tonificado por el agua se refleja en una piel tersa y en un tejido
muscular más firme y elástico.
El agua es fundamental para equilibrar las reacciones
enzimáticas.
El agua debe contener sodio, potasio y cloro, para que el
riñón no la elimine completamente a través de la orina. De ahí que el agua
destilada sea no sea potable. A pesar de beberla moriríamos deshidratados.
El sodio es la solución más importante para el balance
hidroelectrolítico del cuerpo, fundamental para mantener el organismo en un
perfecto equilibrio.
Se recomienda consumir dos litros y medio de agua diarios, a
ser posible fuera de las comidas, y sobre todo en verano, cuando a través de la
transpiración se pierde un alto porcentaje de agua. Esto es, alrededor de 1,5
ml por kilo de peso corporal al día.
Si realizamos ejercicio intenso o de larga duración, es
evidente que tendremos necesidades de agua mucho más elevadas. Las bebidas
isotónicas, enriquecidas con minerales en las proporciones adecuadas, son de
gran ayuda.