jueves, 30 de enero de 2014

EL AGUA Y EL EJERCICIO





El agua trae bienestar a las personas, es el elemento principal para asegurar el buen funcionamiento del cuerpo y la higiene personal.

En el organismo, el agua mantiene el equilibrio isotónico del metabolismo, conforma órganos, huesos y músculos. Además, le da vida a la piel, al pelo y a los tejidos internos.

El agua compone un 60 % del organismo de los adultos y un 77% de los recién nacidos...

 Podemos pasar hasta cinco semanas sin recibir proteínas, carbohidratos y grasas, pero no más de cinco días sin beber agua.

El doctor Nilo Carvajal explica que "hay funciones que sólo pueden ser realizadas con la presencia del agua, porque el cuerpo, al igual que requiere oxígeno para funcionar, y alimentos para tener energía, necesita líquido para ejecutar diversas funciones".

La respiración y la digestión. Regula la acidez estomacal.

La regulación de la temperatura del cuerpo.

Es esencial para transportar nutrientes como el oxígeno y las sales minerales, en la sangre.

Ayuda a mantener el equilibrio y la presión sanguínea.

Mantiene el metabolismo.

Ayuda a regular todas las reacciones del cuerpo.

Tonifica el organismo y es especialmente beneficiosa para los deportistas.

Ayuda al cuerpo a utilizar los depósitos de grasa para convertirlos en energía y para eliminarlos mediante la orina.

Ayuda a hidratar piel y músculos. Así, un cuerpo bien hidratado y tonificado por el agua se refleja en una piel tersa y en un tejido muscular más firme y elástico.

El agua es fundamental para equilibrar las reacciones enzimáticas.

El agua debe contener sodio, potasio y cloro, para que el riñón no la elimine completamente a través de la orina. De ahí que el agua destilada sea no sea potable. A pesar de beberla moriríamos deshidratados.

El sodio es la solución más importante para el balance hidroelectrolítico del cuerpo, fundamental para mantener el organismo en un perfecto equilibrio.

Se recomienda consumir dos litros y medio de agua diarios, a ser posible fuera de las comidas, y sobre todo en verano, cuando a través de la transpiración se pierde un alto porcentaje de agua. Esto es, alrededor de 1,5 ml por kilo de peso corporal al día.

Si realizamos ejercicio intenso o de larga duración, es evidente que tendremos necesidades de agua mucho más elevadas. Las bebidas isotónicas, enriquecidas con minerales en las proporciones adecuadas, son de gran ayuda.